Podría ponerme a hablar de cómo hace una semana el no pitar dos penaltis en contra del Real Madrid significó una convulsión general en este país y de como anular un gol legal al Barcelona con 0-0 y conceder un gol ilegal al mismo equipo pasará desapercibido porque los azulgrana "juegan bien". Pero no lo voy a hacer. Voy a hablar de la situación actual blanca.
Presidentes al margen, creo que estamos en un momento dulce refrendado en lo que más importa en el mundo del fútbol: los resultados. No puede ser casualidad que el equipo haya sacado 15 puntos de los últimos 15 en juego y que en 5 partidos haya recibido un gol. A mí, personalmente, no me disgusta que el equipo se eche atrás cuando vayamos ganando por la mínima. Ha quedado demostrado que a la contra Raúl, Robben e Higuaín son temibles y sólo la falta de acierto nos ha privado de victorias más holgadas. Estamos aprendiendo a ganar sufriendo y cuando lleguen las eliminatorias europeas lo vamos a agradecer.
El fichaje de Lassana Diarra confirma que la junta directiva de Ramón Calderón sabe lo que ficha. El francés ha demostrado desde el primer partido que es un número 1 en su posición. Todo lo contrario que Huntelaar, aunque ya se sabe que los delanteros funcionan por rachas. Robben es, a mi entender, el jugador más decisivo del mundo hoy por hoy. Raúl cada semana demuestra que los que lo quieren enterrar no tienen ni puñetera idea de fútbol. Higuaín cada semana que pasa tiene más peso específico en el equipo. Pepe y Cannavaro demuestran que valen por dos al defender semana sí y semana también sus posiciones y las de Fofó y Milikito (Ramos y Heinze).
Estamos a 9 puntos del Barcelona (por supuesto que les vamos a ganar en el Bernabéu) y quedan 18 partidos. Yo creo que van a pasar todavía demasiadas cosas como para que ya haya gente que diga que "esto ya está sentenciado". El tiempo me dirá si estoy equivocado o no.
